IR A BOSQUES Y MONTE BAJO
IR A LLANURAS ESTEPARIAS
PRESENTACIÓN
DE
UNOS PAISAJES INÉDITOS
Comentábamos en el prólogo, que el
Camino Francés ofrece unas peculiaridades verdaderamente singulares...
Patrimonio de la Humanidad (Unesco, 1993), Itinerario Cultural Europeo (Consejo
de Europa, 1987) o, también, el título honorífico de “Calle Mayor de
Europa”.
Sin ninguna
duda, no es un camino más. La ruta de las Estrellas se despliega ante nosotros
conformando una perfecta alternancia de paisajes y, desde luego, de estados
anímicos asociados. Francia (si comenzáramos en Saint-Jean Pied-de-Port o en
cualquier ciudad de las diferentes rutas galas), Navarra, La Rioja, Castilla y
León... Galicia, se van sucediendo ante nuestros asombrados ojos con una
perfecta armonía en lo físico y en lo espiritual.
Ciertamente, existen diferentes
caminos para llegar a Compostela; así, y sin ser exhaustivos, entre los más
importantes caminos peninsulares, tenemos: Camino Francés –con su variante
aragonesa-, Vía de la Plata (con el Camino Mozárabe), Camino del Ebro –con otros
caminos catalanes-, Camino del Norte –con su variante en el Camino Primitivo-, Camino aragonés -entrando por Somport o por el Portalet-, Camino Portugués -por la costa y por el interior-, Camino de La Lana (con origen
en la ciudad de Alicante –además del que parte desde Valencia-), Camino de
Madrid, Camino Inglés, prolongación a Muxía y Fisterra (o viceversa); además
de todos aquellos otros que desde los cuatro puntos cardinales acceden a los
trazados principales... Y ello, sin haber hecho referencia a la inmensa maraña
de trayectos que a lo largo del resto del “Viejo Continente” se dirigen a la
Ciudad del Apóstol. Entre éstos, podríamos citar los que parten desde Gran
Bretaña (con continuación en el ya citado “Camino Inglés”), Alemania y Austria
(atravesando Francia por la denominada Vía Lemovicense y la Podense –en este
caso, atravesando Suiza-), Polonia... y tantas y tantas ciudades europeas. Entre éstos, cabe destacar los caminos que, "comenzando" en Francia, lo hacen en las ciudades de Paris, Vézelay -en esta misma obra se da una guía completa de todo este trazado en suelo galo pues el autor lo ha recorrido en el invierno 2012-2013-, Le Puy y, por último, Arlés.
Sin embargo, destaca el llamado camino Francés -con una importantísima tradición jacobea- siendo, además, el único que presenta la alternancia “paisajístico-espiritual” que sigue (al unísono con la ruta aragonesa). Este Camino también es denominado “la ruta de las Estrellas” por discurrir bajo el mismo trazo que recorre la Vía Láctea en los cielos... Siempre, en todo momento, un aire de irrealidad, de magia, de misterio, nos envuelve sin casi darnos cuenta al principio mientras que, tras algunas etapas, comenzaremos a vislumbrar toda una serie de connotaciones que nos sorprenderán a nosotros mismos sin apenas haber reparado en ello.
Sin embargo, destaca el llamado camino Francés -con una importantísima tradición jacobea- siendo, además, el único que presenta la alternancia “paisajístico-espiritual” que sigue (al unísono con la ruta aragonesa). Este Camino también es denominado “la ruta de las Estrellas” por discurrir bajo el mismo trazo que recorre la Vía Láctea en los cielos... Siempre, en todo momento, un aire de irrealidad, de magia, de misterio, nos envuelve sin casi darnos cuenta al principio mientras que, tras algunas etapas, comenzaremos a vislumbrar toda una serie de connotaciones que nos sorprenderán a nosotros mismos sin apenas haber reparado en ello.
Tras hacer el Camino nos damos cuenta
de que hemos sido protagonistas de una experiencia vital que no tiene parangón
en lo que la sociedad nos pueda ofrecer hoy en día. El Camino de Santiago nos
atrapa en su mundo singular en pos de la tumba del Apóstol y, posteriormente, en su
prolongación hacia el fin de la tierra; del Finis Terrae, del fin del mundo
conocido para toda Europa antes del descubrimiento de América.
Según avanzamos en nuestro camino, ya cuando nos acercamos a La Rioja -
y mientras caminamos por esta Comunidad - el paisaje comienza a transformarse
de tal manera que los bosques van dejando paso a una naturaleza de transición
entre lo exuberante y lo parco, entre la variopinta diversidad y la monocroma
sobriedad que nos aguarda y todo ello se va alternando, entre valles y
altozanos, hasta llegar a Burgos.
Al salir de Burgos, al poco, entramos
en pleno páramo castellano–leonés. Las tierras, ahora ocres, dominan todo
nuestro entorno. En alguna guía del Camino o, tal vez, en alguna publicación de
las que, de vez en cuando, se hacen eco del acontecer jacobeo, leeremos –a
veces, como decimos, así lo expresan- que estas etapas son aburridas y que
constituyen un simple trámite que debemos soportar en medio del tedio y la
penitencia. Nada más lejos de la realidad.
Seguiremos caminando y nos
adentraremos, cada vez más, en una tierra, sí, de desolación y soledad pero,
sin duda por este motivo, cautivadora como pocas. En efecto, en los páramos de
la provincia de Burgos o, ya en Palencia, en plena comarca de Tierra de Campos,
la austera superficie cerealista nos dará compañía durante mucho tiempo. No
será hasta pasar la ciudad de León cuando veamos cambiar este paisaje; paisaje
que, durante unos 200 kilómetros, nos habrá acompañado potenciando nuestra
sensibilidad y nuestra capacidad de percepción interior. De hecho, es aquí en
donde ya estamos en disposición de sumergirnos en nosotros mismos; de sentir
cómo la vida, las vivencias, los sentimientos y las emociones comienzan a desfilar por nuestra mente,
reverberando en nuestra conciencia todo un universo de sensaciones.
En el tramo comprendido entre Carrión
de los Condes y Calzadilla de la Cueza, tenemos el más preclaro ejemplo de lo
que antecede: el camino deviene en un recorrido pausado, dilatado, calmo. Zona
de soledades y silencios, sin ningún núcleo de población en tan larga
distancia, sólo el sonido cadencioso de las pisadas y el rítmico golpeteo del
bordón resuenan en nuestros oídos. El acompasamiento que durante unos 14
kilómetros, nos acompañará, hace que entremos en una especie de estado
supramaterial que propicie e impulse nuestra consciencia al subvertir las
percepciones habituales. Aprehendemos una nueva dimensión que hace que nos
desentendamos por momentos de nuestro entorno inmediato. Solos, con la armonía
del tiempo al unísono de nuestros pensamientos, vagamos ingrávidos en un viaje
intemporal.
La
estación hibernal, con su aire fresco, avivará nuestra mente y nos sentiremos
más lúcidos para reconocer e interpretar estos estados anímicos. La alegría y
la tristeza, la melancolía y la euforia, la nostalgia y la esperanza, se
entremezclarán en remolinos inconexos que propiciarán, en una sensación
final, ser más conocedores de nosotros
mismos; descubriendo o, al menos, intuyendo, estados que creíamos ignorar por
completo o que atisbábamos en medio de preguntas sin respuesta.
En
definitiva, saldremos de esta fase intermedia del Camino, más convencidos de
que el viaje, posiblemente, suponga algo más de lo que habríamos creído en el
comienzo; y ello, sin duda, será en el invierno, por sus peculiaridades
intrínsecas, cuando lo apreciemos con mayor intensidad en todos sus aspectos.
Progresivamente, más o menos a partir de Astorga, comienza otra vez a
cambiar el entorno. Al principio de manera sutil para, al llegar a la altura de
Rabanal del Camino, comenzar a transformarse más decididamente ascendiendo y
superando la zona más alta de todo el trayecto: la Cruz de Hierro (entre
Foncebadón y Manjarín) Luego, tras atravesar en última instancia la ubérrima
hoya de El Bierzo, nos adentraremos en el último tramo de nuestro singular
viaje: Galicia.
A partir de aquí, la exuberancia vuelve a
hacerse presente en todo el recorrido. Nuevamente volvemos a disfrutar ante las
albas montañas o el verde intenso de sus colinas, ante la frondosidad de sus
bosques de eucaliptos, castaños, robles, hayas y pinos; ante la profusión de
los helechos, con su singular coloración, y de las hiedras, protegiendo del
frío invernal los desnudos troncos; ante la rumorosidad de sus ríos y
manantiales... Tierra de “corredoiras” que, en un dédalo de caminos, nos
sumergirá en un mundo casi onírico y fuertemente singular.
En
definitiva, los paisajes del camino Francés presentan tres grandes fases en su
devenir: la primera es “exterior”, con profusión de elementos lúdicos; la
segunda es eminentemente “interior”, con un ascetismo patente y la tercera
conlleva una nueva “exteriorización” de nuestras valoraciones.
Toda esta profusión paisajística se
imbrica formando un conjunto absolutamente sólido y coherente. Saltarse alguna
de las etapas es desvirtuar el Camino en su conjunto y, desde luego, en
invierno estos aspectos comentados se potencian en grado sumo magnificando su
significación y resultados; estableciéndose, así, una indeleble corriente
unívoca cuya impronta permanecerá en nosotros de forma imperecedera.
Interesantísimo vídeo que recorre la ruta jacobea desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela y, posteriormente, continúa hasta Muxía siguiendo la misma traza del autor, si bien en este caso termina en la propia ciudad de la Virgen de la Barca sin continuar hasta la ciudad de Fisterra (Finisterre).
Como podrán ver, aparece nieve en los Pirineos y primera parte de Navarra, con algo en la cruz de Ferro y en la zona del Alto do Poio. Podemos pues constatar cómo el camino en la estación de los blancos copos es perfectamente realizable.
¡Que disfruten del vídeo!
GALERÍA DE IMÁGENES
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1 comentarios:
Anónimo18 de marzo de 2012 16:52
HOLA
SOY E PANAMA, Y ME ALEGRE TANTO QUE MIS OJOS ATREVES DE ESTA PAGINA ,
PUDIERAN HABER APRESIADOA TANTA,....MAGIA Y NOBLEZA DE LA MANO DE
DIOS.....LA NATURALEZA.....QUE POCO A POCO SE VA DESVANESIENDO POR LAS
MANOS DEL HOMBRE.....LUGARES QUE A MIS 43 AÑOS ...PENCE QUE ESTUVIERAN
EN UN LUGAR REMOTO DEL MUNDO....GRACIAS POR TANTA BELLEZA......SIGAN
CAMINANDO.....SALUDOS DE SAYLA !!!
HOLA SOY E PANAMA, Y ME ALEGRE TANTO QUE MIS OJOS ATREVES DE ESTA PAGINA , PUDIERAN HABER APRESIADOA TANTA,....MAGIA Y NOBLEZA DE LA MANO DE DIOS.....LA NATURALEZA.....QUE POCO A POCO SE VA DESVANESIENDO POR LAS MANOS DEL HOMBRE.....LUGARES QUE A MIS 43 AÑOS ...PENCE QUE ESTUVIERAN EN UN LUGAR REMOTO DEL MUNDO....GRACIAS POR TANTA BELLEZA......SIGAN CAMINANDO.....SALUDOS DE SAYLA !!!
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